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 LAS BUENAS NOCHES SALESIANAS…

 

O LOS BUENOS DÍAS O LAS BUENAS TARDES

 

                        Es uno de los elementos más característicos de la vida y de la cultura salesiana, y en alguna ocasión ha sido el objeto de reflexión Rector Mayor, ya que es una práctica que corre el riesgo de desnaturalizarse y ser olvidada.

 

                        Esta tradición salesiana nace gracias a Mamá Margarita a un segundo grupo de muchachos que acogidos por don Bosco les propuso, una noche, un breve discurso antes de acomodarlos para dormir. Cuando Don Bosco al día siguiente encontró a los muchachos serenamente dormidos, a diferencia del primer grupo que antes había huido con sábanas y cobijas, atribuyó el mérito al discurso hecho la noche anterior por Mamá Margarita.

 

                        “Las Buenas Noches es ante todo un acontecimiento de familia; Don Bosco reservaba para sí esta tarea y en caso de encontrarse ausente, lo hacía Don Rúa, pero nunca dejar de hacerlo”.

 

                        Se identifican tres méritos en la práctica de las Buenas Noches:

 

 1º dar paz al corazón al concluir la jornada: frente al ritmo intenso y veloz que vivimos, las buenas noches es un momento que nos ayuda a poner en paz los corazones.

 

  2º llegar al silencio al final de una jornada en la que hemos hecho tantas cosas, para ayudarnos a hacer síntesis de lo vivido evitando la dispersión.

 

  3º nos ayudan a hacer una lectura cristiana de los acontecimientos vividos, de forma que día tras día, se hace una lectura creyente de la historia.

 

 En nuestro caso particular en el que, por motivos obvios damos los Buenos días, la intención que podemos añadirle es poner cada día en manos de Dios al estilo de Don Bosco

 

                        Dice Don Pascual Chávez, anterior Rector Mayor: “Si dejamos caer la práctica de las Buenas noches viviremos más en el individualismo, en la soledad. Debemos retornar a la tradición de Valdocco y dar vigor y significado a la práctica de las buenas noches. Es uno de los tratados más característicos de los salesianos, una práctica típicamente nuestra, no presente en otras Congregaciones. Es uno de los elementos más preciosos que nosotros debemos conservar”.

 

 Texto adaptado de http://www.infoans.org/1.asp?sez=1&doc=5268&Lingua=3